martes, 20 de agosto de 2013

Se os convoca a la guerra

Que sirva de advertencia, una vez más.

El sistema está dejando de esconderse. Los malos ya no necesitan una máscara. Eso significa que probablemente ya han ganado.

Si os preguntais a que narices me refiero, sirva de ejemplo esto:


Juan Rosell, presidente de la patronal, (LA CEOE) aboga, entre otras cosas, por acabar con los "privilegios" de los trabajadores indefinidos. 
  • "Si tenemos que contratar por días, horas, meses o años... fantástico"

Ha apuntado también, recientemente, sobre la necesidad de la liberalización del despido y su gratuidad, gún porque según la patronal es necesario acabar con la idea de que la empresa tiene que tener responsabilidad social.

Así mismo, apuntó la necesidad de la moderación de sueldos, y la supresión de los 40 tipos de contratos que recoge la legislación española para dejarlos en "cuatro o cinco contratos, con bonificaciones o sin ellas"

Esto, unido a la legislación de la reforma laboral, las peticiones de subidas de impuestos y bajada de sueldos de la UE, la reforma bancaria para hacer más fácil el control de los flujos monetarios, la sorpresión de derecho sociales y servicios públicos implica que el sistema está consolidando su victoria.

El objetivo es hacernos sencillamente esclavos.

Esta es mi advertencia, los que quieran pueden seguir dormidos. Los que no que se levanten y se preparen.

Yo creo que ya no hay solución. Ya hemos perdido. Pero la consciencia de la realidad, consuela, y en cualquier caso, si se hace necesario, habrá que llevarse por delante con el máximo daño, a todo el que se pueda.




domingo, 4 de agosto de 2013

Los errores y aciertos de Florentino Ariza

La edad no te hace más sabio.

Los años, no te hacen más sabio.

Las vivencias, eso sí. La experiencia y la vida vivida de verdad, te hace más sabio. Vivir la vida de verdad implica empaparse. La vida está llena de lagos, de hecho muy pocas veces pisamos tierra firme, los lagos son muy anchos y siempre podemos elegir, entre bordearlos o atravesarlos. Rara vez no se hace pie, pero en ocasiones es necesario nadar un poco. Casi siempre elegimos bordear, elegimos negarnos a ver los lagos, el fango, el musgo. Las ramas de la vegetación que rodea los lagos, las espinas.

Vivir es no juzgar permanentemente a los demás como reflejo del juicio permanente a uno mismo.

Vivir es doblar esquinas nunca antes dobladas. Vivir es abrir puertas nunca antes abiertas.

Yo puedo decir que he vivido.

El Amor en los Tiempos del Cólera no es una historia de amor, ni de desamor, ni de fidelidad. (hablo de la película, aclaro, porque no he leído el libro, amo leer, pero este en concreto no lo he leído aun)

El Amor en los Tiempos del Cólera es una historia de enfrentamiento, de batalla, de lucha. La lucha entre la libertad del conocimiento, y la prisión de las convenciones y la falsa moral.
Una lucha muy vieja.

Así que Florentino no para aferrarse a la fidelidad como a un dios al que responsabilizar del propio destino. Porque así no es necesario que uno tome decisiones o se responsabilice. Así podemos achacar lo bueno a Dios que nos recompensa, y lo malo también a dios que nos castiga por algo o nos pone a prueba.

Ese fue el error de Florentino Ariza.

Si bien creo que es un error bastante comprensible. Porque Florentino Ariza, como todos, tuvo épocas distintas y lagos distintos.

Y también cruzó ese lago. Donde el amor parece la condena más cruel, la cadena más pesada, la sentencia innecesaria, el sentimiento que debió haber desaparecido o nunca existido. Ese agua profunda y pantanosa, que no permite avanzar, que asfixia, que se mete en la boca y los oídos, que empaña los ojos, que está llena de algas que se enganchan a los pies y tiran de uno hacia abajo. Que provoca en uno una tristeza honda, perpetua, tóxica, oscura, muy oscura, sonora,  vacía. Que nos lanza a maldecirnos por la estupidez y a

Florentino vivió a principios del Siglo XX. La moral social y estricta, la sociedad encorsetada, lo había educado en la fe y en la rigidez.

Y de ahí su juramento. Nunca más amaré a otra mujer, y permaneceré siempre fiel a Fermina Daza.

Pobre, pobre inocente. Él hubiese querido no vivir, creyó que el amor mataba y se retiró del mundo. Pero no le dejaron, y folló y folló y la puerta de su cárcel autoimpuesta derribó. Y se exilió del mundo, dejó atrás todas las convenciones sociales que no tienen sentido y se dedico a aquello por lo que sospecho que alguien nos puso aquí en este bonito y azul planeta una vez, a dar placer y a recibirlo.

Florentino Ariza vivió.

Errores y aciertos como decía arriba. y luego bajó la guardia. Y volvió a amar, y perdió. Y la muerte y el desamor volvieron a su vida y volvió a recluirse, y sufrió.

Florentino Ariza vivió.

Y se hizo rico, y siguió fiel a su juramento de ser siempre fiel, pero siguió follando.

Florentino Ariza siguió viviendo.


Florentino Ariza nos enseña a no estar siempre a examen, a darse cuenta de que uno no peude ser siempre fiel a sí mismo y al estatismo sin ser un estúpido, pero que tampoco se puede vivir sin ser juzgado.

Florentino Ariza nos enseña a que solo tú puedes permitir que los demás te pongan permanentemente a examen. Si entras en su aula y respondes a las preguntas del examen

Florentino Ariza nos enseñó a vivir cruzando lagos. se equivocó a veces, claro q sí, podría haber sido más feliz, o haberlo intentado mucho más. Pero su manera de vivir es tan perfectamente válida como cualquier otra.

Si yo fuera una tía haría constantemente esto:




[Sed en el aire, boca en la tierra]