miércoles, 9 de marzo de 2011

AENA y el país de los Caínes




Vivimos en un país enfermo de historia. Los sintomas son mala memoria, vaciado de palabras, perdida de sentido y caínismo exagerado. También y en calidad de secuela tenemos una clase política, la que nos merecemos por gilipoyas, que es lo que somos, totalmente deplorable que actúa con total desfachatez impune en este bonito, eso sí, bebedero de patos.

Decía Perez-Reverte que en España, hasta en la casta de los malos nos tocan los deshechos de tienta. Pero lo que mi admirado don Arturo no mencionaba es que en muchos casos para los buenos también nos tocó lo deshechable.

Así que estamos en una crisis vale? Una gordísima de la que todavía no salimos por mucho que algún que otro cantamañanas lo proclame a los cuatro vientos. Y en medio de este panorama desolador, de paro alarmante, choteo internacional, los presidentes europeos miran a Zapatero de reojo, se dan con el codo y rién mirando para otro lado, y ese panorama tipo Noria (eh?, eh? lo cogen?) que gira sin ir a ningún sitio (que chulo no?) que es reflejo de que encima de todo nos importa un carajo. En medio de este panorama como decía hay una pandilla de hijos de la grandisima puta cuyo trabajo, controlar y asegurar el tráfico aereo, amenazan (amenazan literalmente, como unos putos gansters de traje de raya diplomatica gorda) con una huelga en los principales días de demanda aerea. Jugando así con los pocos ingresos, trabajo y sustento de gran parte de este país, en el que algunos abeles intentan tirar para alante entre tanto cadaver y tanto hijo puta.

Jugando también con una imagen exterior maltrecha que desde dentro no se cuida, porque quién debe hacerlo no tiene ni puta idea de cómo.

Y así nos va claro, a lo mejor sólo queda esperar y ver quién de esta guerra, y volvemos a las dos Españas, queda de pié. Lo malo es que seguro que el mayor número de muertos es sólo quién quiere buscarse la vida y ya si eso, después, los hijos de puta que se tiran piedras.