domingo, 26 de septiembre de 2010

Porqué Melanie Smoother tenía razón

Porque realmente era mejor que los demás, igual que el Doctor Mateo.






[Un valiente como yo toma pastillas para el miedo...]

sábado, 11 de septiembre de 2010

9 años



"¿Qué decimos a los niños?
¿Les decimos que el mal es un rostro extranjero?
No. El mal es la idea detrás de cada rostro, y puede ser como el tuyo.
¿Les decimos que el mal es tangible, con fronteras definidas y nombres, geometrías y destinos?
No. Ya tendrán suficientes pesadillas.
Puede que les digamos que lo sentimos. Sentimos no haber podido darles el mundo que deseábamos que tuvieran. Que nuestra impaciencia por gritar no es igual a nuestro deseo de escuchar. Que las desgracias de gentes lejanas son responsabilidad de todos los hombres y mujeres con conciencia, o sus desgracias se convertirán un día en nuestra tragedia.
O puede que sólo les digamos que los queremos, y que los protegeremos. Que daríamos nuestras vidas por las suyas y lo haremos con gusto, tal es nuestro amor.
En un universo de Gameboys y vídeos, tal vez sea un don insustancial, pero es el único que lavará las lágrimas y coserá las heridas y hará del mundo un lugar cuerdo donde vivir.
No pudimos preverlo. Nadie podría. Nadie pudo detenerlo. Nadie podría.
Pero ahora estamos aquí. Con vosotros. Hoy. Mañana. Y Pasado.
Vivimos en cada golpe que dais por la justicia infinita, pero siempre esperando la sabiduría infinita. Porque vivimos también en el silencioso cambio de vuestra conciencia. La voz que dice que todas las guerras tienen inocentes. La voz que dice que sois un pueblo bueno y compasivo. La voz que dice no hagáis lo mismo, o la guerra estará perdida antes de empezar.
No dejéis que ese conocimiento sea arrastrado por la sangre."

Joe Michael Straczynski. ASM.


[pa que entre el aire y se lleve despacio, ese olor a grito, que se me ha quedado...]

jueves, 2 de septiembre de 2010

Alejandra Pizarnik

Naufragio inconcluso

Este temporal a destiempo, estas rejas en las niñas
de mis ojos, esta pequeña historia de amor que
se cierra como un abanico que abierto mostraba a la
bella alucinada: la más desnuda del bosque en el
silencio musical de los abrazos.